La motivación no es más que tener un motivo para
tomar acción. Eso es todo. Cuando se tiene un motivo lo suficientemente
poderoso, las cosas comienzan a suceder, esa motivación será tu motor.
Muchas personas pretenden que la motivación les
“dure” para siempre. Asisten a un taller, ven un video, leen algo inspirador,…
y se motivan, pensando que esa sensación va a durar eternamente. Nada está más
lejos de la realidad. La motivación es siempre temporal.
Por eso es importante saber cuál es tu MOTIVACION
para el pole o para entrenar. Es buscar lo que te hace feliz o te hace sentir
bien… ese es “el camino”, es lo que te va a ayudar a persistir ante la fatiga,
o el cansancio en cierto punto. Y obviamente el localizarla y mantenerla alta
es muy importante, va a hacer que rindas al máximo.
Somos tan únicos y particulares, que no se puede
armar un esquema para saber qué es lo que te hace MOVER, es un trabajo que
tenemos que hacer cada uno, y registrarlo, porque ese es “el camino”, y si nos
salimos de ahí, nos vamos a sentir que algo pasa, y no estamos con toda la
chispa.
No es un proceso que sucede una única vez y ya está.
Has de crear el hábito de encender tu motivación a diario. Tienes que aprender
a condicionarte para estar motivado. ¿Y qué es el condicionamiento?
Condicionarse es crear el hábito de permanecer motivado. Y esto se hace de una
manera consciente. ¿Ha visto en alguna ocasión como un atleta realiza una serie
de acciones antes de comenzar una prueba para ponerse en su estado de máximo
rendimiento? Algunos dan palmadas, otros se golpean, otros dan algunos saltos,…
Han aprendido a sacar lo mejor de ellos mismos sin importar las circunstancias
que les rodeen en esos momentos.
No todos tenemos las mismas motivaciones, pueden ser
de índole físico, social, y puede ir cambiando, por eso hay que revisarla en el
tiempo… ES IMPORTANTE QUE IDENTIFIQUES LA TUYA.
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