Baile en escena:
1) Conocer el escenario: Familiarizarse con el pole,
el piso, las luces, el tamaño y distancias, respirar el ambiente hasta sentirlo
cómodo y familiar.
2) Entrada: Es la primera impresión que se va a
llevar el espectador. Tiene que ser acentuada, definida, actitud coherente con
la intención de la coreografía.
3) Adrenalina: Aprovecharla. Es una hormona de
acción, por lo que sus efectos son rápidos y sumamente efectivos, además de
generar euforia, dota de una fuerza sorprendente.
4) Salida de escena: Saludar, recibir los aplausos y
salir antes que terminen. Salir con la postura corporal y movimientos dignos de
un bailarín.