Con
todos estos datos seguramente tu coreografía quedará perfecta. Sobre todo, tené
presente que no debés juzgar tu proceso de creación y bailar desde el corazón.
1) Elegir
la música: Todo comienza con la música. Como hemos dicho anteriormente, la
elección de la música es un factor de inspiración, escuchar la letra a fin de
poner la “intención”, analizar la velocidad. Básicamente, buscar una música que
te guste. (ver Capítulo III).
2) Analizar
la música: Hay que escucharla varias veces, para distinguir los cambios de
ritmo, los bloques musicales, analizar las frases, para tener una idea de qué
tipo de pasos le inserta- remos. Escuchar una y otra y otra vez, oír todos los
cambios, si prestamos atención la propia música nos llevará a colocar los pasos
correctos.
3) Hacer
una lista de todos tus movimientos: Anotá todo lo que podés hacer y
dividilo en grupos: las transiciones, giros, ascensos, invertidas, trabajo de
suelo, contorsiones, trucos, etc. Encerrá en un círculo las que sobre todo
deseás utilizar. A continuación, tachar los movimientos que no perfeccionaste,
a menos que se esté preparando una rutina con mucha anticipación.
4) Poné
sentimientos acordes a la música: ¿Qué tipo de sentimiento te da?
¿Sexy?¿Romántico? ¿Dramático? Usar un poco de improvisación y un poco de
imaginación para elegir los movimientos que se desean poner. Debe incluir
desplazamientos, para que no sea monótona, en cada frase musical poner
movimientos de brazos, cabeza, o establecer direcciones.
5) Plasmar
la coreografía en forma escrita: Practicar la coreografía que hemos armado
y probar todos los detalles, practicando mucho lograremos realizarla
perfectamente. Luego que la probamos y vemos que nos gustó el resultado, lo
mejor es plasmar la coreografía en forma escrita. Puede ser que el proceso sea
en partes y luego tengas que unir todos los bloques.
6) Pensar
en el ojo del fotógrafo y en el ojo del espectador: Tener en cuenta que
tanto el fotógrafo como el espectador necesitan observar las figuras o trucos
congelados en su máxima ejecución aproximadamente por 3 segundos. Esto le da
tiempo al fotógrafo para capturar una imagen excelente y también hace que el
espectador tenga un tiempo para disfrutarlo, es un momento de belleza y de
exposición de las habilidades.